En el bus fuimos tranquilitos y algunos aprovechamos para dormir.
En el aeropuerto no tuvimos grandes problemas, aunque el avión salió con otra media hora de retraso.
En elavión las azafatas nos tuvieron que llamar la atención, pues nuestro comportamiento no estaba siendo el debido. Después de una seria charla con Carlos, donde a todos nos quedaron claras las normas de comportamiento recogimos nuestras maletas-
Una vez en Copenhague cogimos un tren que nos cruzó a Suecia, hasta Lund, nuestro destino.
En la estación de Lund estaban esperándonos unos cuantos padres que nos llevaron al colegio, donde nos reunimos finalmente con las familias.
Tras un largo día nos fuimos a nuestras casas a descansar.
El inicio había sido perfecto.
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